Diálogos sobre la dictadura (Un velorio sin muerto)

Les jóvenes de la Escuela de Educación Técnica n°1, de la localidad de Florentino Ameghino, reconstruyen la vida de Ernesto Bonifacio Lahorcade. A través de fotografías, diarios/ y revistas de la época como archivos televisivos, les jóvenes narran y representan la vida de «el chalchalero», su desaparición, su paso por Aerolíneas Argentinas hasta su reparación del expediente.
“Un velorio sin muerto”
Ernesto Bonifacio Lahourcade, apodado “el Chalchalero” nació el 30 de noviembre de 1930 en la que actualmente es la ciudad de Ameghino. Vivió su niñez e infancia en dicha localidad. Estudió y terminó su educación primaria en la ex Escuela 4 General José de San Martín, actual Primaria N°1, donde se egresó en el año 1944. Luego, estudió y se recibió de técnico electricista e hidráulico.
Su familia se encontraba conformada por su esposa Alicia y sus dos hijos, Guillermo y Tomas. Ferviente militante peronista, conoció a Perón quien, en su exilio, confiaba plenamente en él. Sus encuentros acontecían en Madrid, donde Lahourcade viajaba al porta hierro de manera reiterada dado su labor en el sector gremial de Aerolíneas Argentinas.
Participaba activamente de las reuniones de la CGT; donde su hijo Guillermo, recuerda acompañar a su padre y allí, de manera clandestina se gestaban las ideas políticas, proyectando el regreso de Perón.
En 1955, Aerolíneas Argentinas es intervenido por el gobierno militar y pasa a ser parte de su fuerza, estando bajo una estricta vigilancia y a la espera de detectar cualquier actividad política subversiva, como lo denominaron quienes controlaban el poder.
Lahourcade es secuestrado el 22 de octubre de 1976 por un comando de aeronáutica. Un año después, en la misma fecha exacta su mujer también fue secuestrada.
Su cautiverio duró un mes, y luego recuperó la libertad. Su hijo Guillermo reconoce que su madre nunca logró reponerse de lo sucedido a su padre y él sostiene que permanecieron hasta la actualidad transitando “un velorio sin muerto”. Con angustia contenida a lo largo de los años, la creación del expediente, la recopilación de datos y el dejar expuestas a las Fuerzas Armadas y el crimen por ellas perpetradas, la familia siente algo de alivio dentro de tanto dolor.