Escuela Secundaria N°13 de Berisso
presenta
“LAS MUJERES DE MALVINAS”
Una creación colectiva realizada por estudiantes de 4°2° y 5°2° en el marco del programa Jóvenes y Memoria.
Durante el proceso de investigación, el grupo decidió abordar el eje Malvinas Argentinas desde una perspectiva de género, reconociendo el rol fundamental que tuvieron las mujeres en ese contexto histórico. Madres, hermanas, tías, novias, amigas, enfermeras, periodistas y trabajadoras fueron también protagonistas de la guerra, aunque sus voces muchas veces quedaron invisibilizadas.
A lo largo del proyecto, los y las estudiantes realizaron un trabajo de investigación cualitativa, a partir de entrevistas, charlas y lecturas de diverso material, que les permitió reconstruir memorias y relatos en primera persona. En este proceso, surgió la necesidad de transformar lo aprendido en una propuesta artística, aprovechando la orientación en teatro que caracteriza a nuestra escuela.
Así nació “Las Mujeres de Malvinas”, una obra teatral construida colectivamente, en la que cada escena y cada detalle fueron pensados a partir de la información recolectada durante la investigación. La obra incorpora fragmentos reales de las entrevistas realizadas, combinados con la impronta creativa y sensible de los y las estudiantes, quienes pusieron el cuerpo y la voz para dar vida a esas historias.
Esta presentación artística busca visibilizar las experiencias femeninas que acompañaron y sostuvieron a los soldados durante y después de la guerra, y también aquellas que resistieron desde distintos lugares: en sus hogares, en las calles, en los hospitales o en los medios de comunicación.
“Las Mujeres de Malvinas” es, en definitiva, un homenaje a todas ellas, a su fuerza, su ternura, su lucha y su memoria.
Escena 1: “El almuerzo y la carta”
Personajes:
• Loana (Elena)
• Carolina (Graciela)
• Maximiliano (Antonio)
• Luka (Tomás)
• Matías R (Julián)
• Luz (María)
• Benjamín (Franco)
• Zurita (Matías)
La escena se inicia con una imagen cotidiana: la familia reunida alrededor de la mesa, compartiendo un almuerzo. Las risas, las conversaciones y los gestos simples construyen un clima de unión y de rutina familiar.
En medio de la charla, Carolina (Graciela), que es enfermera de profesión, toma la palabra y comunica una noticia inesperada: ha sido convocada como enfermera voluntaria para asistir en la Guerra de Malvinas. El silencio se apodera del ambiente. Las miradas se cruzan, la preocupación aparece.
De repente, se escuchan golpes en la puerta. Entran Benjamín (Franco) y Zurita (Matías), representantes del ejército, con actitud firme y voz autoritaria. Traen una carta dirigida a los hijos de Loana (Elena). Uno de ellos lee en voz alta el mensaje oficial:
“Los causantes deberán regularizar su situación con respecto a las obligaciones militares. Deberán presentarse el día lunes.”
Sin dar más explicaciones, las autoridades se retiran.
El silencio vuelve a llenar la casa. Loana (Elena), nerviosa y temerosa, esconde la carta entre su ropa. Con voz temblorosa dice que se trató de una confusión, que los militares se habían equivocado de domicilio. Luego intenta retomar el almuerzo, como si nada hubiera pasado. Caro (Graciela) se despide de su familia con un abrazo, emprendiendo su viaje hacia lo desconocido.
Escena 2: “confesiones en medio del temor”
Una semana después…
Los golpes en la puerta se repiten, esta vez más fuertes. Los militares regresan, entran por la fuerza y se llevan a los hijos de Loana (Graciela): Maximiliano (Antonio), Luka (Tomás) y Matías R (Julián), acusándolos de no haberse presentado y de incumplir con las obligaciones militares. Los gritos, el llanto y la desesperación llenan la escena.
Luz (María), novia de Matías R (Julián), rompe en llanto. Loana (Elena) se acerca y le pregunta qué le pasa. Entre sollozos, Luz (María) responde que estaba por darles una hermosa noticia: estaba embarazada, pero no tuvo tiempo de contarlo porque se llevaron a su novio junto a sus hermanos y no saben a dónde ni por cuanto tiempo.
Loana (Elena), desconcertada, abrumada y llena de miedo, confiesa que había recibido una carta días antes, pero que la escondió por temor a que se llevaran a sus hijos. El dolor y la culpa la invaden.
La escena se apaga lentamente mientras suena una melodía suave, que acompaña la tristeza y la impotencia. Los actores permanecen en silencio, hasta que una voz en off pronuncia la frase final:
“ELLOS FUERON CON EL VALOR EN LOS BOLSILLOS; NOSOTRAS NOS QUEDAMOS CON LA ESPERANZA DE VOLVER A OÍR SUS PASOS. DETRÁS DE ELLOS, HUBO UNA MUJER QUE ESPERÓ, QUE LLORÓ Y QUE NUNCA DEJÓ DE LUCHAR POR LA MEMORIA.”
Con esa frase, los personajes regresan al escenario, miran al público y permanecen tomados de las manos, cerrando la obra con un gesto de unión y homenaje.
Mensaje final del elenco – “Las Mujeres de Malvinas”
Esta obra nació del deseo de mirar la historia desde otro lugar, de poner en escena esas voces que muchas veces no se escuchan. En nuestro proceso de investigación, descubrimos que la Guerra de Malvinas no solo marcó a los soldados, sino también a las mujeres que esperaron, que cuidaron, que acompañaron, que resistieron el silencio y que todavía hoy sostienen la memoria.
Cada palabra, cada gesto y cada escena que compartimos fue construida a partir de historias reales, de testimonios y emociones que nos conmovieron profundamente.
Detrás de los datos y los documentos, encontramos sentimientos: el miedo, la ausencia, la esperanza, la fuerza. Y entendimos que hacer memoria también es un acto de amor y de compromiso.
Como jóvenes y como estudiantes, sentimos la responsabilidad de seguir recordando, de no dejar que estas historias se pierdan.
Con esta obra queremos rendir homenaje a todas las mujeres de Malvinas: a las que partieron, a las que esperaron, a las que aún luchan por verdad y reconocimiento.
Agradecemos a todas las personas que hicieron posible este proyecto: docentes, familias, entrevistados y compañerxs, por acompañarnos en este camino de aprendizaje, memoria y creación.
Porque la memoria no se archiva, se mantiene viva en la voz, en el cuerpo y en el arte.
Y hoy, desde nuestro escenario, elegimos seguir diciendo:
“Las Malvinas son argentinas. La memoria también es de las mujeres.”


