CENS N°451 – Pergamino
Proyecto Jóvenes y Memoria 2025
“La educación de adultos como herramienta de transformación social”
Docente coordinadora: Mirian Centurión Curso participante: 3° Año Turno Noche Lugar y fecha: Pergamino, Buenos Aires – 2025
“Nunca es tarde para aprender y transformar.”
1. Introducción
El CENS N°451 de Pergamino se presenta como un espacio donde convergen historias de vida atravesadas por desigualdades, responsabilidades familiares y laborales, pero también por deseos de superación. En este contexto, el grupo de estudiantes de 3° año propuso indagar cómo la educación de adultos puede funcionar como una herramienta de transformación personal y social, visibilizando los motivos que llevan a las personas a retomar los estudios y los cambios que esto genera en su forma de pensar y actuar frente al mundo.
Nos propusimos investigar la educación de adultos como una herramienta de transformación social, desde la mirada de quienes la viven día a día
2. Fundamentación y problema
El presente proyecto surge de las conversaciones y experiencias compartidas entre los alumnos del CENS 451. Muchos manifestaron que no pudieron finalizar la escuela secundaria debido a la necesidad de trabajar, cuidar a sus familias o por sentirse desmotivados dentro de la escuela tradicional.
Elegimos esta temática porque nuestros compañeros y compañeras son protagonistas de este proceso. Vivimos en carne propia lo que significa retomar la escuela en la adultez: vencer prejuicios, equilibrar familia, trabajo y estudio, y enfrentar miedos personales.
En los últimos años, la matrícula del CENS se amplió con jóvenes de entre 18 y 20 años, que quedaron desfasados del sistema común y encuentran aquí un espacio donde pueden aprender sin prejuicios ni discriminación. Desde esa realidad, el grupo decidió investigar cómo la educación de adultos actúa como una herramienta emancipadora, permitiendo reconstruir trayectorias interrumpidas y resignificar la escuela como espacio de derechos, participación y transformación social.
Este trabajo busca además visibilizar la historia y las experiencias de quienes asisten al CENS N.º 451, mostrando cómo el acceso a la educación de adultos se convierte en una forma concreta de transformación social y personal.
El producto final de este proceso será un documental testimonial, donde algunos estudiantes compartirán en primera persona sus trayectorias, emociones y desafíos, para transmitir la importancia de la educación como un derecho que no tiene edad.
3. Objetivos
Objetivo general:
Analizar cómo la educación de adultos se constituye en una herramienta de transformación social, a partir de los testimonios y experiencias de los alumnos del CENS 451.
Objetivos específicos:
– Indagar las causas que llevaron a los estudiantes a interrumpir sus estudios.
– Explorar los motivos y expectativas que los impulsaron a retomarlos.
– Identificar las transformaciones personales, familiares y sociales que experimentaron durante su paso por el CENS.
– Relacionar las experiencias con los principios de la educación popular y emancipadora.
– Realizar un documental testimonial como producto final del proyecto.
4. Marco teórico
La educación de jóvenes y adultos representa una oportunidad para reparar desigualdades históricas y sociales, brindando una segunda oportunidad educativa a quienes no pudieron acceder al sistema formal. En Argentina, la Ley de Educación Nacional N.º 26.206 y la Ley Provincial de Educación N.º 13.688 garantizan este derecho.
La educación es reconocida, según la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), como un derecho humano fundamental, que debe garantizarse a todas las personas a lo largo de la vida, sin discriminación alguna.
El proyecto se apoya en las ideas de Paulo Freire, quien sostiene que “la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. La educación popular propone una mirada crítica, participativa y reflexiva, donde el conocimiento surge del diálogo entre las experiencias de vida y la teoría. Freire define la educación emancipadora como aquella que permite a los sujetos tomar conciencia de su realidad, cuestionarla y transformarla colectivamente. Autores como Adriana Puiggrós y Graciela Frigerio destacan el valor de la escuela de adultos como espacio de inclusión y reparación, donde las trayectorias se reconstruyen y la palabra se recupera como herramienta de poder.
A través de la educación, los sujetos pueden reconocer su realidad y transformarla. Desde esta perspectiva, la educación de adultos no solo brinda conocimientos, sino que también reconstruye la autoestima, la identidad y el sentido de pertenencia social.
Las causas del abandono escolar son estructurales: pobreza, empleo informal, falta de apoyo familiar y desigualdad de género.
Durante años, amplios sectores quedaron fuera del sistema educativo, lo que profundizó la brecha social. La escuela de adultos actúa como espacio reparador, ofreciendo una segunda oportunidad y permitiendo la continuidad de trayectorias truncas.
La educación de adultos cumple una función clave en la formación ciudadana y democrática, promoviendo la participación, el pensamiento crítico y el ejercicio pleno de los derechos humanos. Como sostiene el pedagogo argentino Adrián Redondo (2019), “cada adulto que vuelve a estudiar reconstruye una parte de la historia colectiva que la desigualdad intentó borrar
El nuevo diseño curricular: cómo ayuda a los estudiantes de adultos
En la Provincia de Buenos Aires, el nuevo Diseño Curricular para la Educación Secundaria de Jóvenes, Adultas y Adultos (EPJA) fue pensado para que todas las personas puedan estudiar, sin importar la edad o las situaciones que hayan vivido.
Este cambio busca que la escuela se adapte a la vida de los estudiantes, y no que los estudiantes tengan que dejar todo para poder estudiar.
A diferencia del sistema tradicional, este nuevo diseño valora las historias, los tiempos y las experiencias de cada persona. Reconoce que muchos adultos trabajan, tienen hijos o responsabilidades, y que a veces el estudio debe acompañar esas realidades.
El nuevo formato modular permite cursar por partes o etapas, avanzando de acuerdo al ritmo de cada uno. Si por algún motivo una persona debe ausentarse o dejar por un tiempo, no pierde lo que ya hizo.
Esto da más libertad y permite que nadie se quede afuera. Gracias a esta forma de organización, los estudiantes pueden continuar sus estudios sin abandonar, retomando cuando pueden y sintiéndose acompañados en su propio proceso.
Una de las cosas más importantes de este nuevo diseño es que valora los saberes de la vida.
El trabajo, la crianza, las experiencias comunitarias o familiares también enseñan, y la escuela de adultos reconoce todo eso como parte del aprendizaje.
Este reconocimiento da confianza, autoestima y orgullo, porque muestra que los adultos no llegan con las manos vacías, sino con mucho para aportar.
El diseño también promueve una educación basada en el respeto, la igualdad y los derechos humanos. Se habla de temas como la diversidad, la equidad de género y la convivencia, para que nadie se sienta excluido.
Esto es muy valioso para muchos estudiantes que antes sufrieron discriminación o malos tratos. Ahora, el aula es un lugar de encuentro, donde todas las voces valen.
Los docentes acompañan de manera cercana, comprendiendo los tiempos y las dificultades de cada estudiante. La evaluación ya no se centra solo en las notas, sino en los avances y el esfuerzo. Eso hace que muchos adultos vuelvan a confiar en sí mismos y sientan orgullo por lo que logran día a día.
El CENS se convirtió en unos espacios de encuentro, contención y comunidad. Allí se forman amistades, se comparte la vida, se aprende en grupo y se recupera la confianza en uno mismo. La escuela deja de ser un lugar rígido y pasa a ser un espacio de esperanza y crecimiento personal.
“Volver a estudiar cambió nuestras vidas”
“Yo soy Verónica, hace unos años intenté terminar la secundaria, pero se me hacía imposible ir todos los días. Cuando me contaron que el CENS ahora tiene un nuevo formato por módulos, decidí volver. Gracias a eso no perdí el año cuando tuve que faltar por trabajo. Puedo avanzar a mi ritmo, sin apurarme, y eso me da tranquilidad. Antes era todo más rígido, ahora la escuela se adapta a mi vida, no al revés”.
“Soy Daniela 42 años. Empecé a estudiar en el CENS el año pasado. En medio del curso tuve un problema familiar muy difícil y pensé en dejar. Pero mi profesora me mandaba los trabajos por WhatsApp, me explicaba y me animaba.
Sentí que no estaba sola, que alguien me esperaba del otro lado. Esa contención fue muy importante. En el CENS los docentes te acompañan de verdad, entienden que somos adultos, que tenemos hijos, trabajo y problemas, pero que igual queremos salir adelante”.
“Me llamo Dani, tengo 47 años. Hacía más de veinte años que no tocaba un cuaderno. Al principio me daba vergüenza preguntar o decir que no entendía. Pero mis compañeros siempre me ayudaron. Si no fuera por ellos, ya habría dejado otra vez. En este lugar aprendí que estudiar no se hace solo: se hace en grupo, con apoyo y con respeto”.
“Soy Nely, tengo 51 años, y para mí el CENS es mi lugar en el mundo. Después de trabajar todo el día y cuidar a mis nietos, venir acá me cambia el ánimo. Es mi espacio, donde me río, aprendo y me olvido de los problemas. Acá no solo estudio: me siento valorada, escuchada. Me gusta compartir con mis compañeros y con los profes”.
Reflexión final
Para muchos de nosotros, volver a estudiar es una oportunidad real de cumplir nuestros sueños. Aprendimos que nunca es tarde para aprender, que todos tenemos derecho a estudiar y que la escuela puede cambiar nuestras vidas.
Como decimos en el CENS:
“La educación no tiene edad, tiene valor.”
5. Metodología
Se realizaron encuestas a estudiantes de 1°, 2° y 3° año para identificar las causas del abandono escolar y las motivaciones para retomar los estudios. También se llevaron a cabo entrevistas personales con estudiantes de 3° año, cuyos testimonios se registrarán en el documental final. Los datos obtenidos se analizaron de forma cualitativa y cuantitativa, buscando articular las experiencias con las teorías de la educación popular.
6. Análisis de resultados
De las encuestas, el 65% de los alumnos indicó haber abandonado la escuela por tener que trabajar, el 20% por no sentirse motivado en la escuela tradicional y el 15% por razones familiares o económicas. Esto refleja que la exclusión educativa responde a condiciones estructurales más que a la falta de interés. En las entrevistas, los alumnos mencionaron que el CENS les devolvió la confianza y la autoestima, y que valoran el ambiente de respeto y empatía.
Los testimonios muestran transformaciones profundas: María, de 34 años, afirma que ‘volver fue difícil, pero todavía estoy a tiempo de cumplir mis sueños’; Julieta, de 20 años, dice que ‘acá puedo ser yo misma’; y Melina, de 38 años, relata que estudiar le permitió liberarse de una relación de violencia. Estas experiencias validan la teoría freireana de la educación como práctica de libertad y confirman lo que Puiggrós llama ‘educación reparadora’, capaz de reconstruir proyectos de vida interrumpidos.
7. Conclusión
Para nosotros, estudiar en el CENS no es solo venir a aprender materias.
Es una oportunidad para cambiar la vida, para volver a creer en uno mismo y sentir orgullo por lo que se logra. Muchos pensamos que ya era tarde, pero acá entendimos que nunca es tarde para empezar de nuevo.
En esta escuela encontramos contención, respeto y esperanza. Acá nadie se siente menos, todos somos parte. Aprendemos cosas nuevas, pero también aprendemos a valorarnos, a tener confianza y a soñar con un futuro mejor.
El CENS 451 es mucho más que una escuela: es un lugar donde se escucha, se comparte y se crece juntos. Cada historia, cada esfuerzo y cada logro muestran que la educación puede transformar vidas.
Queremos agradecer a cada uno de los profes que nos ayudaron con este proyecto, a Martín el preceptor que nos banco estos tres años, a Moni, la auxiliar, que fue una compañera más, a los directivos; Sole, arrancamos con ella y la hicimos trabajar mucho. Ariel, el nuevo director que nos acompañó a finalizar esta última etapa
8. Sinopsis del documental
El documental recopila los testimonios de estudiantes del CENS 451 que relatan cómo la escuela transformó sus vidas, sus relaciones familiares y su forma de pensar la educación como derecho. A través de sus historias, se construye una mirada colectiva sobre la educación popular como herramienta de emancipación y justicia social.
Anexo I – Encuesta institucional
Preguntas principales:
1. ¿Por qué motivo dejaste la escuela?
2. ¿Qué te impulsó a retomar los estudios?
3. ¿Qué sentiste el primer día que volviste?
4. ¿Qué valores aprendiste en el CENS?
5. ¿Qué dificultades tenés hoy para estudiar?
Resumen de resultados:
– 65% dejó por tener que trabajar.
– 20% porque no le gustaba la escuela tradicional.
– 10% por motivos familiares.
– 5% por razones económicas.
La mayoría valora la empatía docente y el respeto, y afirma que el CENS es una segunda oportunidad.
Anexo II – Guía de entrevistas personales
1. ¿Por qué decidiste retomar tus estudios secundarios?
2. ¿Cómo te sentiste el primer día de clases?
3. ¿Qué cambió en vos desde que comenzaste a estudiar acá?
4. ¿Qué valores te dejó esta etapa educativa?
5. ¿Cómo te organizás entre el estudio, el trabajo y la familia?
6. ¿Qué significa para vos la educación como derecho?
7. ¿Qué sueños tenés ahora que estás por egresar?
Bibliografía
– Freire ,Paulo. *Pedagogía del oprimido. Siglo XXI,1970.
– Puiggrós, Adriana. Qué pasó en la educación argentina. Galerna, 2004.
– Frigerio, Graciela. *Educación, sujetos y prácticas institucionales.* Novedades Educativas, 2002.
– DGCyE. *Diseño Curricular de la Educación de Adultos. Provincia de Buenos Aires.*
– Programa Jóvenes y Memoria – Comisión Provincial por la Memoria (2025).


