Los «pasteles verdes», como les decían los vecinos a los militares, los llevaron al barrio Carlos Gardel en el año 68. Con los años, la organización vecinal logró conformar un jardín y otras instituciones entre las que se encuentra la murga y el comedor. Asimismo, se cuenta que durante el 76, el barrio se veía sitiado permanentemente y, aún hoy, se realizan grandes operativos policiales.