La obra de teatro representa una problemática que debieron enfrentar un gran número de pueblos del interior del país: la suspensión del servicio ferroviario. Uno de ellos es Charadai, en Chaco, lugar que creció junto al ferrocarril. Esta comunidad debió enfrentar el cierre de miles de kilómetros de vías y el consecuente recorte de personal, lo que transformo a Charadai en un pueblo fantasma. Los personajes de la obra recuperan testimonios de vecinos y ex trabajadores ferroviarios que dan cuenta de cómo se vivió este proceso.