El padre Pancho Soares era conocido por su opción por los pobres y su compromiso social. Esto le causo la muerte siendo una de las primeras victimas eclesiásticas del terrorismo de estado siendo asesinado en el verano de 1976.
Los archivos de la DIPPBA son categóricos: el informe da cuenta de un «comando civil» para que lo asesine luego de que en una misa el Padre denunciara el asesinato de dos trabajadores navales y una maestra catequista de la capilla de Carupá.